sábado, 11 de agosto de 2018

TENSIÓN EN EL BÁLTICO


  1. INTRODUCCIÓN
En relación con la tensión en la región báltica, se remite la siguiente valoración.

  1. ANÁLISIS
Con el telón de fondo del Foro Económico de San Petersburgo, la reunión internacional más importante en relación con la economía rusa, se puede observar un aumento de la tensión en la región en los últimos meses.
En la esfera política y de seguridad, predomina el enfrentamiento entre la OTAN y Rusia, en parte por el fortalecimiento político-militar de esta última y por la presencia dentro de la OTAN de actores que por diversas razones de tipo históricas, geoestratégicas o de seguridad, ven en la Federación Rusa principalmente a un adversario. Precisamente, en la región báltica se encuentran tres países, Lituania, Letonia y Estonia, además de Polonia, que son especialmente sensibles ante la cuestión rusa.
En este juego psicológico entre los actores, con posicionamiento de fuerzas cerca de las fronteras o violaciones del espacio aéreo o naval por parte de los mismos, está teniendo lugar un fortalecimiento de las infraestructuras de defensa de los países bálticos. España, como miembro de la OTAN, también participa en este despliegue con medios del Ejército de Tierra en Letonia o del Ejército del Aire en Estonia. Tanto los países bálticos como Polonia están aumentando su esfuerzo en defensa, con nuevas adquisiciones y una reorganización de su estructura de defensa que les permita afrontar con más posibilidades un posible conflicto con Rusia. En este sentido, la ciberdefensa y las amenazas híbridas son especialmente relevantes, dada la presencia de una numerosa comunidad ruso-parlante en los países bálticos.
Por parte de Rusia, el aumento de la presencia militar de la OTAN en sus fronteras es un motivo de preocupación, ya que no solo estarían a una corte distancia de San Petersburgo, la segunda ciudad del país, sino que dependiendo de los medios desplegados, éstos podrían amenazar la propia Rusia central. Un caso aparte es el enclave de Kaliningrado, rodeado por países de la OTAN, y que en caso de conflicto podría por una parte ser un puesto de avanzada que podría dificultar a la OTAN seriamente el acceso a los tres países bálticos, pero que por otro lado, y dado su aislamiento, le resultaría difícil a Rusia su avituallamiento.

  1. CONCLUSIÓN
La rivalidad política entre Occidente y Rusia hacen prever tensiones que afectarán a las relaciones.  La base para una relación pragmática existe, pero esta base se ve afectada por la rivalidad política y las consideraciones de seguridad de ambos actores.
Por Fígaro. 

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