De la historia reciente de España, el siglo XVIII ha sido, sin duda, el gran olvidado. Se halla, para su infortunio, en una posición incómoda. Sucede al trágico siglo XVII, cuando la Monarquía Hispánica, atenazada por las derrotas militares y por la asfixia económica, hubo de ceder el testigo de la hegemonía mundial; y antecede a la caída del Antiguo Régimen y a la creación del Estado liberal. No ha de extrañarnos, por tanto, que muchos hayan considerado a esta centuria un período de transición, sin apenas sucesos dignos de atención y estudio. Solo en los últimos años hemos asistido a un renacer del interés por este período y a una puesta en valor de las importantes trasformaciones que tuvieron lugar en el conocido como Siglo de las Luces.
De los cinco borbones que reinaron en el siglo XVIII (Felipe V, Luis I, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV), el que ha despertado mayor atención ha sido, con diferencia, Carlos III. Los reinados de Luis I, que apenas gobernó doscientos días, y Fernando VI han pasado casi desapercibidos, mientras que los de Felipe V y Carlos IV se asocian, inevitable y respectivamente, con las Guerra de Sucesión y de Independencia. Carlos III se ha erigido, de este modo, en el verdadero protagonista del Siglo de las Luces español y muchos le consideran el arquetipo de monarca ilustrado. No vamos a detallar los pormenores de su reinado y nos limitaremos a un breve repaso bibliográfico sobre las obras más importantes que han abordado su figura. Lo dividiremos en dos artículos, el primero dedicado a la persona del soberano y el segundo a su tiempo.
La primera gran biografía de Carlos III se publicó apenas transcurridos tres años de su muerte. En 1791, el VI conde de Fernán Núñez, gran admirador del monarca, al que había servido como gentilhombre de cámara, editó su Vida de Carlos III, un trabajo más cercano al panegírico que al estudio historiográfico, pero que marcaría las pautas de las obras posteriores. Habrá que esperar hasta finales del siglo XIX para leer los primeros textos con un perfil más académico y especializado, aunque se mantiene la imagen positiva, casi inmaculada, del monarca. Entre estas obras destacan la Historia del reinado de Carlos III en España (1856) de Antonio Ferrer del Río, El reinado de Carlos III (1890-1896) de Manuel Danvila y Collado y Règne de Charles III D’Espagne (1759-1788) (1907) de François Rousseau.
El punto de inflexión se produce quizás en el año 1788. Aprovechando el segundo centenario de la muerte del monarca, se llevó a cabo una metódica renovación historiográfica. La principal herramienta de esta “revolución” fue la muestra “Carlos III y la Ilustración” (bajo la responsabilidad científica de Carmen Iglesias, actual directora de la Real Academia de la Historia) que, gracias a un sólido programa, transformó radicalmente el panorama de las exposiciones históricas en España, así como la imagen que se tenía de aquel reinado. Ese mismo año se publicó la obra de Antonio Domínguez Ortiz, Carlos III y la España de la Ilustración, considerada por muchos como la biografía canónica del monarca.A medida que nos adentramos en el siglo XX, la visión sobre el reinado de Carlos III se atempera y comienza a imponerse la fría objetividad científica. Se publican entonces La España ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII (1954) del hispanista francés Jean Sarrailh; Carlos III y su tiempo (1964) de Pedro Voltes Bou, ya separada del tradicional enfoque elogioso; La España posible en tiempo de Carlos III (1966) de Julián Marías, más cercana al ensayo que a un trabajo histórico; Carlos III y el fin del Antiguo Régimen (1973) de Miguel Avilés Fernández; L’Espagne de Charles III (1979) de Robert Merlin y Charles III and the revival of Spain(1980) de Anthony Hull.
A partir de 1988, el número de obras dedicadas a Carlos III se ha incrementado considerablemente. Entre ellas sobresalen: Carlos III (1997) de José Antonio Vaca de Osma; Carlos III (1998) de María de los Ángeles Pérez Samper; Carlos III (2001) de Roberto Fernández Díaz (galardonado con el Premio Nacional de Historia en 2015 por una monografía sobre los Borbones y Cataluña); El absolutismo y las luces en el reinado de Carlos III (2002) de Francisco Sánchez-Blanco (una de las obras más críticas con el soberano español) y Carlos III, el rey de los ilustrados (2006) de Vicente Palacio Atard. En el año 2015 se han editado dos nuevos títulos: Carlos III. Un gran rey reformador en Nápoles y España de Giuseppe Caridi y El reino de las Luces. Carlos III entre el Viejo y el Nuevo Mundo de Ignacio Gómez de Liaño, ambos centrados en recuperar los años napolitanos del monarca y su labor cultural.
En 2016 celebramos el tercer centenario de su nacimiento. Poco se ha hecho, salvo alguna honrosa excepción, para atraer nuevamente el interés del gran público por el rey español. Si bien es cierto que su nacimiento coincide con la muerte de dos gigantes como Miguel de Cervantes y William Shakespeare, se podría haber organizado alguna actividad o exposición de más empaque. Prueba de lo desapercibido que está pasando la efeméride es la ausencia de novedades editoriales relevantes sobre Carlos III, hasta el momento. Esperemos que este sucinto repaso bibliográfico sirva como estímulo para quienes quieran interesarse por una de las grandes figuras de la historia moderna española.
Por Fígaro.
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