domingo, 12 de agosto de 2018

CONFLICTO EN EL SENO DEL CONSEJO DE COOPERACIÓN DEL GOLFO


1. INTRODUCCIÓN
En relación con el actual conflicto en el seno del Consejo de Cooperación del Golfo, se remite la siguiente valoración.
2. ANÁLISIS
El impulso que está ganando el chiísmo en Oriente Medio se ha visto favorecido por las disensiones internas en el bando sunní, y que toma cuerpo en el apoyo a las facciones pro-Hermanos Musulmanes por parte de Turquía y Qatar o su apoyo a Hamas, y a la que se oponen Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Esta semana, esas disputas han ido más lejos, y han afectado a las relaciones diplomáticas con Qatar por parte del bloque liderado por Arabia Saudí. Entre otras medidas, se ha decretado el cierre de fronteras con Qatar o la expulsión de ciudadanos qataríes.
La razón de esta situación puede hallarse en que dentro del seno del Consejo de Cooperación del Golfo, Qatar no ha seguido el guión político dictado por Arabia Saudí. Aprovechando sus ingentes recursos financieros, Qatar ha apoyado lo que consideraba movimientos genuinamente populares cuando estalló la primavera árabe. En su ambición por proyectar su influencia, Qatar ha financiado a medios de comunicación que daban cobertura a estos movimientos,  provocado la ira de las autoridades de los países vecinos.
Aunque Arabia Saudí o los Emiratos Árabes Unidos también han apoyado facciones islamistas, por ejemplo en Siria, se han opuesto a que estas facciones tomasen el poder en Egipto, donde han apoyado al régimen de Al-Sissi. En este sentido, el continuo apoyo de Qatar a las facciones islamistas en Libia ha sido denunciada por los Emiratos Árabes, que están siendo especialmente activos en la implementación de las medidas anti qataríes.
Un aspecto muy importante a resaltar es la reciente visita del presidente norteamericano Trump a Arabia Saudí, donde ha apoyado la agenda del reino saudita para Oriente Medio. Para los saudíes, esto también supone un motivo para aumentar la presión sobre Qatar. Entre los objetivos del bloque Saudí están cerrar o controlar los medios de comunicación financiados por Qatar en el exterior y, quizás el más importante, reconducir y controlar la política exterior de Qatar, especialmente en lo referente a su cada vez más cordial relación con Irán, competidor regional de Arabia Saudí.
Sin embargo, Qatar dispone de herramientas para defenderse. No solo dispone de importantes recursos financieros, sino que logísticamente también son clave para el despliegue militar norteamericano en la zona, disponen del apoyo político de Turquía, son socios energéticos con Rusia y un proveedor importante de China en materia energética.

3. CONCLUSIÓN
En este sistema inestable, ya que los objetivos de política exterior de ambos actores son variables conflictivas. Asimismo, la promoción del islamismo de ambos actores contribuye a aumentar la inestabilidad y la competencia. En este sentido, el resto de las variables son secundarias para este sistema.

Una vez más, la complejidad política de Oriente Medio queda de manifiesto, y en cualquier caso, demuestra que no se puede explicar las divisiones políticas en esta región solo con el prisma de la división entre sunníes y chiíes. 
Por Fígaro. 

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