Las medidas acordadas recientemente tanto por el G20 y como por las Naciones Unidas contra fuentes de financiación del Daesh, muestran hasta qué punto el dinero terrorista ha permeabilizado la zona del Mashrek. De hecho, cálculos realizados el año pasado con apoyo de inteligencia israelí llevaron a la revista Forbes a afirmar que el ISIS es el grupo terrorista más rico del mundo, con unos ingresos estimados de 2.000 millones de dólares anuales. Entre los múltiples canales financieros objeto de prevención y eliminación encontramos: donaciones privadas (aproximadamente un tercio), el asalto a entidades financieras, el comercio de antigüedades, e imposiciones fiscales a las poblaciones controladas por el denominado Estado Islámico. La principal partida de Ingresos, según fuentes oficiales norteamericanas citadas por the New York Times, es el petróleo.
Por Fígaro.
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