sábado, 11 de agosto de 2018

ASUNTO: LA RELACIÓN ENTRE CHINA Y GCC


  1. INTRODUCCIÓN
Respecto a la relación de China y los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), se remite la siguiente valoración.

  1. ANÁLISIS
La tradicional máxima de China en sus relaciones exteriores ha sido el no intervencionismo, sin embargo, la actual inestabilidad que afecta a Oriente Medio, pone en riesgo uno de sus proyectos más importantes, la llamada nueva ruta de la seda.
Dentro de los actores que conforman la zona, los miembros del GCC son un grupo destacado, sus increíbles recursos energéticos y financieros les hacen influyentes a escala mundial. Como parte de la inestabilidad regional, el actual conflicto entre Qatar y otros miembros del GCC, supone un elemento adicional de distorsión para China, que estaba negociando con el GCC un acuerdo de libre comercio. Conviene recordar que China ya ha desplazado a Estados Unidos como principal exportador a la región, además de ser el primer importador de energía de la región.
Concretamente, para Qatar, China es su principal socio comercial así como su segundo proveedor de gas. Por otra parte, Arabia Saudí es el tercer proveedor de petróleo para China, habiendo firmado en la visita del rey Salman a Pekín, acuerdos por valor de 65 billones de dólares.
Sin embargo, en la ecuación también entra en juego Irán, al que China parece preferir como socio principal en la región. Los acuerdos con el país Persa suman alrededor de 600 billones de dólares en 10 años, la mayoría ligados a la expansión del proyecto de la nueva ruta de la seda. Los 12 días que tardan los trenes cargados de mercancías de China a Irán son un preludio de lo que en un futuro pueden ser conexiones de alta velocidad entre estos dos países, con destino final en Turquía.
Por su parte, Turquía, sigue consolidándose como una importante pieza en la logística de la ruta promovida por Pekín. Hay que destacar que tanto Irán como Turquía, que recientemente abrió una base militar en Qatar, apoyan a este país en su conflicto con el bloque liderado por Arabia Saudí.
Finalmente, no hay que olvidar la cada vez mayor presencia de inversiones chinas en la infraestructura portuaria en Israel, Egipto y principalmente en el puerto griego del Pireo, puerta a Europa, el puerto de mayor crecimiento en el Viejo Continente y desde hace años ya controlado por el gigante chino COSCO.
En este escenario de creciente interconectividad y de una mayor presencia de China en la región, la posibilidad de un conflicto en el seno del GCC, supone una seria preocupación para Pekín.
Por Fígaro. 

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