La protección de datos busca el equilibrio con la innovación tecnológica desde su vertiente ética
JUSTICIA Y EQUIDAD COMO PRINCIPIOS EN LOS QUE BASAR LAS LÍNEAS ROJAS QUE NO SE PUEDEN CRUZAR
Un buen número de expertos se dieron cita en la VI Conferencia Internacional de la Cátedra Google sobre Privacidad, Sociedad e Innovación Universidad CEU San Pablo para analizar la relación entre inteligencia artificial y la economía del dato. Otra cuestión que abordaron fue la cuestión de los ordenadores cuánticos y la seguridad de las redes y los aspectos claves del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
La ponencia del jurista español Leonardo Cervera, actual supervisor europeo de Protección de Datos y desde el pasado 25 de mayo, fecha de entrada en vigor del RGPD, secretario general del Comité Técnico Europeo en Bruselas, sirvió para hablar de la dimensión ética de la protección de datos y su relación con la innovación.
En su esperada intervención destacó la necesidad, no siempre conseguido, de buscar un equilibrio entre la protección de datos, como derecho fundamental y el desarrollo tecnológico. Las empresas ven en la privacidad desde el diseño -uno de los principios del nuevo RGPD-, un reto a cumplir al situar la privacidad en el eje del negocio.
Cervera señaló que la protección de datos no es un obstáculo a la innovación y el crecimiento económico; solo estableció “unas líneas rojas que no se pueden cruzar para no causar daño a las personas en base a los principios de justicia y equidad”.
También advirtió que “igual que el Derecho ambiental se creó para proteger a la sociedad de las empresas contaminantes, el Derecho de la Protección de datos protege de las empresas que hacen mal uso de los datos que tratan, causando daños muy reales”.
Hay que abrir el debate sobre la ética
Entre los asistentes a este encuentro estuvo Alejandra Frías, magistrada y ex vocal del Consejo Nacional de Ciberseguridad, quien explicó a CONFILEGAL como el Parlamento Europeo hizo pública una comunicación en el 2017 donde pedía a la Comisión Europea una regulación de lo que es el uso ético de la robótica en nuestra sociedad, “como elemento de cambio a nivel de trabajo y relaciones sociales en nuestro entorno”.
Curiosamente esos valores éticos han vuelto a ser invocados por Leonardo Cervera que ha calificado de “planteamiento muy acertado, el partir de principios y reglas generales y éticas para que una regulación general de este tipo no impida en el futuro el desarrollo tecnológico”.
Y es que, para Frías, cada individuo debe darse cuenta de cómo gestionar su privacidad. “Es muy importante que la privacidad se aborde a nivel educativo para que los más jóvenes sepan que es un derecho fundamental que deben proteger de injerencias externas y que deben valorar lo que son sus datos personales. Esa gestión de la privacidad no será la misma en una persona con perfil público que otra de más visión privada”, señaló.
Esta magistrada recuerda que “las normas comunitarias, una vez aprobadas, obligan a los Estados. Y que un país como el nuestro se está quedando algo retrasado en la incorporación de dichas normas a su ordenamiento jurídico”. Advierte que la ética “ debe introducirse en todas las facetas de la vida y hay que recuperarla como valor. Es importante, como ha hecho el supervisor europeo, reflexionar sobre la ética en el negocio y su aplicación”.
La importancia de la dimensión ética
Para Alejandro Sánchez del Campo, of counsel de Garrigues en el área de Startups & Open Innovation e impulsor de Robotiuris, un evento ya consolidado en el campo de la robótica y el derecho, es importante tener en cuenta las palabras de Cervera que indican que “la dimensión ética de la protección de datos es un tema clave para debatir en estos momentos”.
Para este experto se debe buscar un equilibrio que no siempre se consigue entre la privacidad y la innovación tecnológica. “La protección de datos es importante y su falta genera problemas como los que hemos visto recientemente en algunas redes sociales. Al mismo tiempo ese equilibrio resulta fundamental para que la innovación tecnológica, siendo respetuosa a la privacidad, pueda desarrollarse y crecer como se espera en la expansión de cualquier actividad económica”, destacó.
A su juicio hay que darse cuenta que esa tensión “entre los desarrollos tecnológicos y la protección de datos de los usuarios va a existir siempre, de ahí que se vaya consiguiendo ese equilibrio, donde la parte ética es importante”.
En su opinión, ese debate “debe tener un carácter social amplio donde participen muchos interlocutores y ver si estamos preparados para afrontar retos como el de la personalidad electrónica entre otras innovaciones que están llegando y que de ellas hace veinte años no teníamos noticias”.
Sobre el RGPD, Sánchez del Campo consideró que “hay que ver realmente cuál es su ejecución práctica para ver si puede afectar a algún sector económico en su desarrollo. Al mismo tiempo genera cambios sustanciales en materia de privacidad, sobre todo permite a la empresa asumir su responsabilidad y realizar su autoevaluación”.
En cuanto a la publicidad por el diseño, se trata de “un cambio gigantesco para las empresas y creo que las grandes compañías lo están interiorizando mejor que las pequeñas que les cuesta entender un poco más como se hace eso. También habrá que ver el comportamiento de los reguladores y de los propios tribunales”, aclaró.
Protección de datos como derecho fundamental
Para Luis Moll, presidente del Consejo de Letrados de las Comunidades Autónomas, asistente a este encuentro anual de Google en España, “es un buen momento para reflexionar sobre la dimensión ética de la protección de datos como premisa a tener en cuenta en los próximos años”. A su juicio “no podemos caer en el derrotismo de que nuestros principios constitucionales y los que configuran nuestra convivencia democrática no van a ser suficientes para garantizar la libertad y seguridad de las personas ante un reto tan importante”.
Respecto a las líneas rojas que nunca deben vulnerarse para salvaguardar la protección de datos, indicó que “no podemos perder de vista que estamos ante un derecho fundamental, lo que significa que afecta a la dignidad de la persona”. A su juicio, el asunto de Cambridge Analytica con Facebook que afectó a miles de personas, podría ser un ejemplo de esa vulneración.
En cuanto a la relación entre la privacidad y la innovación tecnológica, Moll recordó que “el RGPD , como cualquier otra norma interpretada con criterios solventes, debe servir para buscar ese equilibrio y evitar cualquier retroceso en la innovación y tecnología y al mismo tiempo en la protección de datos”. Sobre la privacidad por el diseño, uno de los puntales del RGPD, lo calificó de “reto para las empresas que con el tiempo será un valor competitivo y dignificará su actividad”.
RGPD y protección de datos
Paula Ortiz es la directora jurídica y de relaciones institucionales de IABSpain, asociación de la publicidad, el marketing y la comunicación digital en España. Analiza para CONFILEGAL algunos de los detalles explicados por Cervera.
Sobre aquellos aspectos que como líneas rojas debe evitar traspasar la industria de protección de datos destaca que “la industria de los datos, como cualquier otro sector de innovación, debe respetar unos principios, que en ocasiones exceden a los puramente legales”.
Y apunta que “en Europa esas líneas están claramente definidas por el RGPD pero, teniendo en cuenta las posibilidades que brinda la tecnología, sobre todo en relación a usos secundarios de los datos, es fundamental incorporar la vertiente ética, que se traslada en un tratamiento justo, leal y transparente”.
Respecto a si el nuevo RGPD puede frenar la innovación en algunos negocios específicos, Ortiz señala que “es un texto muy prescriptivo y habrá que ver si aguanta el paso de los años, pero no creo que sea en absoluto un freno para la innovación. Al revés, hacen muy buen tándem”.
Para esta experta en privacidad debe haber una estrecha relación entre la protección de datos y la innovación tecnológica. “Es fundamental que vayan de la mano. La aplicación del RGPD a según qué sectores, exige mucha creatividad jurídica, pero esto se va a traducir en una mayor confianza en el modelo de negocio y por tanto en su sostenibilidad”.
Ortiz reveló que sobre la privacidad por el diseño, uno de los elementos claves de la nueva cultura de protección de datos que emana del RGPD, hay que darse cuenta que “cada sector empresarial se tiene que enfrentar a una serie de incertidumbres respecto a la aplicación de la normativa, algo lógico en el momento en el que estamos. La privacidad en el diseño que establece el nuevo RGPD, como nuevo principio, es un reto, un compromiso con los usuarios y también una oportunidad”, concluyó.
En esta VI Conferencia también participó Encarnación Roca,vicepresidenta del Tribunal Constitucional, quien al explicar la relación cada vez mas estrecha entre derecho y tecnología en los últimos años esbozó que quizás se esté gestando lo que esta jurista definió como los derechos de la persona virtual.
Por su parte, Francisco Ruiz Antón , director de Políticas y Asuntos Públicos de Google España y Portugal, destacó en su intervención que “el dato en sí no vale nada, lo importante es su organización e interpretación. La decisión cómo sobre se comparten los datos es de su titular”.
La ponencia de José Luis Piñar, titular de la Cátedra Google sobre Privacidad, Sociedad e Innovación, sirvió para señalar cuál es el estado actual del nuevo proyecto de ley de la futura Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), aún sin aprobarse por las múltiples enmiendas que contiene. Piñar cree que la futura LOPD ampliará su objeto “natural” para incluir, a propuesta del PSOE, un nuevo título denominado «Garantías de los derechos digitales» (arts. 79 a 93).
Autoría de Fígaro.
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