1. INTRODUCCIÓN
En relación al futuro de la región de Esequibo en disputa entre Guyana y Venezuela, se remite la siguiente valoración.
2. ANÁLISIS
Esequibo es una región de Guyana situada en la frontera con Venezuela. Su extensión, algo menor a la suma de las dos Castillas, es relativamente grande con 159.542 km2 cubiertos en buena parte por selva tropical. Es un área escasamente poblada, con alrededor de 300.000 habitantes, donde la población amerindia es numerosa.
Aunque Esequibo es administrado y controlado como parte del territorio de Guyana, Venezuela lo reclama como propio. Esta reclamación es antigua y se remonta a la época de la independencia venezolana, que chocó con la expansión británica en la zona, y que ha continuado después de que el Reino Unido concediera la independencia a Guyana en 1966. Desde 2015, la reclamación del Gobierno de Venezuela también se ha extendido a la frontera marítima de esta región, ante las prospecciones petroleras de “Exxon Mobile” autorizadas por el Gobierno de Guyana. En 2018, y después de que la ONU diera por finalizada sin resultados su gestión de buenos oficios, Guyana ha llevado el caso a la Corte Internacional de Justicia, donde se prevé que en este año 2020 se llevan acabo las sesiones orales.
Dentro de este marco, hay que considerar la situación de dos Estados, Venezuela y Guyana, donde la debilidad institucional y económica es patente. La implosión económica de Venezuela y su inestabilidad política han hecho aumentar exponencialmente el flujo de refugiados, que también llegan a Guyana. Por otra parte, este país continúa presentando indicadores socioeconómicos por debajo de la media de los países de la región, siendo uno de los más pobres de América.
Ante esta situación, bajo el amparo de la corrupción generalizada a ambos lados de la frontera, han florecido diferentes grupos criminales que controlan la economía local. En este caso, la minería ilegal de oro y de otros minerales juega un papel importante en la fortaleza de estas redes, que se aprovechan de la población local y luchan entre sí por el control de los recursos. Por otro lado, otros desafíos que afectan a Esequibo son las carencias de infraestructuras mínimas que dificultan la presencia del Estado, la degradación ambiental producida por la minería ilegal, las demandas de la población aborigen, y la debilidad de las fuerzas de seguridad de Guyana, que apenas dispone
de alrededor de 3.000 miembros.
En cualquier caso, y aunque hasta la fecha actual los incidentes fronterizos entre ambos países han sido limitados, no puede descartarse que estos pudieran producirse, especialmente si se agrava la situación política, económica y social en Venezuela.
3. CONCLUSIÓN
El sistema objeto de estudio es altamente inestable. El hecho de que se firme un acuerdo no es determinante en el sistema, ya que las variables más influyentes son los altos niveles de corrupción, la pobreza y la debilidad institucional.
En este sentido, un acuerdo político que delimite el territorio, el fin de la crisis económica en Venezuela y el fortalecimiento de las instituciones que permita a los Estados eliminar el control que ejercen los grupos criminales, parece ser el escenario ideal para la región de Esequibo.
El escenario más probable indica que es poco factible, a pesar de las complicadas relaciones entre ambos países, que Guyana se convierta en una plataforma opositora al régimen venezolano, o que incluso sirva de base a una intervención militar. Esto es así principalmente por las consecuencias negativas para la seguridad del país. Sí es previsible una continuación de la degradación social y económica en Esequibo, además, se agravará la debilidad del Estado en ambos lados de la frontera. Sin embargo, la situación se modificará cuando se produzca un cambio de gobierno en Venezuela, lo que hará que ambas naciones cooperen aumentando su presencia de seguridad en la región, estabilizándose la situación económica general y reduciendo las actividades del crimen organizado.
Por Fígaro.
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